Simplemente un momento
- Mili (Colaboradora)
- 3 oct 2017
- 2 Min. de lectura

Escuchar tu voz por última vez, cuando de tus labios salía la última palabra de amor. Un amor en el que creí ciega e ilusamente. Como una quinceañera que apostaba todas las fichas por que tus sentimientos fueran leales a las palabras, que escuché decir por un tiempo, que duró días, que duró horas, semanas, meses, pero sólo necesitaba seguir oyéndolas, por lo menos por un año.
Eso no pasó, eso no sucedió y de tus labios salió fuego, ese fuego que me quemó, que me envició, que me enloqueció y me perdió. Perdió su centro, perdió su espacio… Perdió, simplemente eso.
Quisiera poder entender los por qué, sabiendo que los por qué no se entienden, no tienen una lógica, no tienen un justificativo… No los tienen, como yo tampoco te tengo a vos, a aquel al que le creí varias cosas, sin querer creer, primero en alguien fundamental… EN MÍ.
Cada hora que pasa, cada segundo, que siento que solamente yo sé cómo me siento, es un segundo más en el que quisiera odiarte, en el que quisiera verte para pegarte… pero NO PUEDO, NO PUEDO Y VERDADERAMENTE DUDO QUERER HACERLO.
Mis TE AMO, eran sinceros, mis TE AMO eran verdaderos, te amo te dije, ¡SI!, ¡SI! ¡LO HICE!, y ahora esos te amo, se los lleva el viento, quedan clavados y yo no los veo, quedan guardados y se deben perder en el silencio. En ese silencio que me grita, que me persigue con todos los recuerdos que yo sí tengo. Tu cabeza los habrá licuado, pero en mi mente, siguen procesados…
Te amo, creo que ese amor no viene acompañado del presente, se desdibujó en su pasado, un pasado que todavía por cuestiones externas siguen vigentes, por cuestiones que duelen… Duelen como vos me doliste, como vos me doles, y como siempre dolerás adentro. Porque las heridas que tiene mi alma, después de vos, son para siempre, no para un momento endeble como el que tuvimos, como el que trazamos y caminamos tan sólo por un momento.
Ojalá las heridas que vos provocaste, no te las provoque nadie, pero todo vuelve dicen y en el momento en el que esas heridas se reflejen en tu cuerpo, en tu mente y en tu alma, solamente en ese momento, te acordarás de ÉSTA QUE TE QUISO, PENSANDO EN VIVIR MAS QUE UN SIMPLE Y ÚNICO MOMENTO. Será tarde, yo ya no estaré, prometo irme, prometo dejarte, prometo incluso hasta olvidarte.
Ojalá que esas heridas hablen más de vos y de lo que sos, que de mí.
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