Pasto

Muchos miran el cielo soñando volar, ven con deseo ese tal más allá, un lugar perfecto donde pueden expresar hasta lo que un mimo se suele callar. Ellos piensan en lo perfecto, en lo divino. Que aquello soñado está arriba de la copa del pino. Que llegará el día donde lo alcanzarán Y de éstas tristes tierras podrán descansar. Es innegable que la idea de un cielo es encantante, Inspirador y a la vez reconfortante, Lastima que no llega a ser del todo elegante, Porque éste sigue siendo la idea de un infante. Para soñar es necesario pisar, Para volar es necesario transitar, Por eso al ver abajo me basta encontrar Donde realmente está mi realidad. Para conocer el cielo es necesario caminar Vivir en tierra y así escuchar La posible realidad que los demás te pueden enseñar, Y así algún día elegir que camino andar. Dulce pasto que puedo pisar Una mirada tuya me hace pensar Cuanta vida debo apreciar, Y el horror a matar que tengo que aceptar. La realidad está en el pasto Puede estar ahí, bajo tus pies Y si eso no te basto Pues vívela como quieres. No hay regla alguna que sea real, No hay falta ortográfica que se deba castigar, Nacimos para vivir, para pisar, para andar, Es dañino encerrarse en una mala realidad. Todo, todo, todo es cuestionable, Hasta el más mero detalle que parezca innegable, ¡Pero ojo! Es posible acudir a la primer certeza, Que aquello real es lo que ocurre dentro de tu "cabeza". Por eso pasto, oh bello pasto, Tan verde y tan perfecto Eres real y perpetuo Sensible cual objeto, Tangible al igual que un sujeto... Te piso, te siento, te tengo, Sea adentro o fuera de mi cerebro, Eres aquello que me hace sentir Que en esta realidad es posible vivir.